Oclusión dental

Oclusión dental

Nuestra oclusión dental, es decir, la forma en que nuestros dientes interaccionan y contactan, es gran responsable de nuestra salud oral, dental y de las estructuras oro-faciales.

Una mal-oclusión asimismo puede derivar de la posición natural de nuestros dientes, que esta no sea correcta, y ante ello, siempre, ésta mal-oclusión se deberá corregir

 

¿Qué es la oclusión?

La oclusión es la relación que se da al colocar ambos maxilares o arcadas dentarias en una relación funcional, es decir, en la masticación.

Para realizar la oclusión intervienen tres articulaciones, que son:

  • La oclusal.
  • La alveolo-dentaria.
  • La temporo-mandibular o ATM. (Realiza la oclusión moviendo la mandíbula mediante los músculos masticadores elevadores de la mandíbula).

En la evaluación de la oclusión dental hemos de tener en cuenta la evaluación funcional de todo el sistema masticatorio incluyendo, a parte de los dientes, las articulaciones, los músculos de la cabeza y los del cuello.

Podemos distinguir tres tipos de posición de oclusión dentaria, estos son:

  • La máxima intercuspidación (MI). Esta aparece cuando hay el máximo de contactos dentarios al ocluir o cuando cierras con tus dientes.
  • La oclusión céntrica. Cuando tus cóndilos se encuentran en relación céntrica.
  • La posición de relación céntrica (PC). Es la posición de los cóndilos mandibulares dentro de la cavidad glenoidea, en una posición completamente centrada, superior y posterior en la misma. Es la posición más equilibrada por lo que siempre se hace referencia a esta al realizar restauraciones dentales.
  • Oclusión ideal. Esta se da cuando la máxima intercuspidación coincide con la oclusión céntrica. Una oclusión ideal te aportará una mejor masticación, estética y fonación.

Tu oclusión puede variar al largo de la vida debido a la erupción dental, perdida de dientes, a la traslación mesial fisiológica,…

¿Cuáles son las características de una oclusión ideal?

Como te hemos comentado ya, la oclusión ideal, la mejor, se da cuando la máxima intercuspidación coincide con la oclusión céntrica.

Asimismo, este tipo de oclusión se caracteriza cuando:

  • La línea media de la arcada dentaria superior coincide con la línea media de la arcada dentaria inferior.
  • Cada pieza dental ocluye con su pieza dental antagonista correctamente.
  • Cada diente presenta contactos proximales, es decir, mesiales y distales con sus dientes adyacentes.
  • (Excepto del último molar que solo presentará un contacto en mesial).
  • Los bordes incisales de los incisivos y los caninos y las cúspides vestibulares de los premolares y molares superiores desbordarán vertical y horizontalmente a los dientes de la arcada inferior.
  • Las cúspides mesio-palatinas de los molares superiores ocluirán en las fosas centrales de los molares inferiores.

También, deberá existir un contacto simultáneo entre la arcada dentario superior y la inferior en oclusión céntrica, de lo contrario se presentaría una prematuridad.

¿Qué es la oclusión fisiológica y cuáles son sus características?

Muchas veces habrás oído este concepto…

La oclusión fisiológica no es más que aquella en la cual existe un equilibro funcional en los tejidos que comprenden el sistema masticatorio.

Dicho de otro modo, es una oclusión sana y estable.

La oclusión fisiológica se caracteriza por:

  • Ofrecer una estabilidad oclusal en el tiempo.
  • En este tipo de oclusión no se observa ningún trauma oclusal.
  • La persona está cómoda al ocluir o al cerrar los dientes.
  • No hay ni se genera una atrición dental

 

Evaluación de la oclusión dental

En clínicas Propdental realizamos el estudio de cuatro posiciones que determinaran el tipo de oclusión dental. Se trata de las posiciones de máxima intercuspidación, la posición de contacto posterior, la evaluación de los movimientos mandibulares y la verificación de indicios de actividad parafuncional.

Estas posiciones nos permiten determinar unos criterios claros para definir una oclusión dental excelente.

  1. El primero será la presencia de contactos estables en la posición de intercuspidación entre el mayor número de dientes posibles.
  2. Después nos fijaremos en los contactos bilaterales y simultáneos en la posición de contacto posterior.
  3. También miraremos que el desplazamiento linear entre la posición de intercuspidación y la posición de contacto posterior no exceda en más de 1 mm.
  4. Y por último pondremos el enfoque en los movimientos laterotrusivos y protrusivos para ver dónde suceden los contactos en cada caso.

En cualquier sociedad, los individuos se relacionan entre ellos y con sus formas o actitudes provocan pequeños cambios en los demás que hacen que su convivencia sea más o menos cómoda. Es decir, cualquier ente afecta a los que están a su alrededor, de modo que una mala adaptación de las piezas provoca un daño grupal, igual que una buena coordinación puede suponer resultados perfectos.

Así sucede también en la medicina odontológica. A veces se tiende a fijarse en los problemas como situaciones aisladas que son producto de un defecto concreto. Nada más lejos de la realidad. El tema que nos concierne, la oclusión dental, es un claro ejemplo de esto.

Modificación de la oclusión mediante tratamientos dentales

¿Qué importancia tiene la modificación del patrón oclusal del paciente mediante procedimientos mínimamente invasores?

El desgaste oclusal o incisal, que surgen por varias causas: desgastes patológicos, por agentes endógenos o exógenos, fricciones causadas por hábitos parafuncionales, abrasiones por morder uñas…

Todo ello es importante para evaluar las fuerzas biomecánicas excesivas, que ocasionan pérdida de estructura de esmalte.

Actualmente se pueden restablecer los patrones oclusales destruidos por los desgastes, con restauraciones directas realizadas con resina compuesta. Para obtener una oclusión  normal funcional, hay que lograr que las fuerzas masticatorias se transmitan en la dirección del eje mayor de los dientes.